Variedades
Lingüísticas
Una variedad o variante lingüística es una forma de referirse a
las diferencias
lingüísticas que existen entre los hablantes de un mismo idioma.
Por ejemplo, un argentino
puede comunicarse con un español, ya que ambos comparten la lengua española o
castellana. Sin embargo, los códigos lingüísticos utilizados por cada uno de
ellos presentan bastantes diferencias entre sí. Ninguna comunidad lingüística
posee o utiliza la lengua de forma homogénea.
La
lengua estándar
La lengua estándar es el código común que hace posible
que todos los hablantes, por encima de registros o variedades lingüísticas
particulares, puedan comunicarse entre sí.
Se trata de una amplia zona de la lengua en la que
caben todos los usos sometidos a la norma, con la única excepción de la lengua
vulgar y la lengua literaria (la primera, realizada contra la norma por
desconocimiento; la segunda, contraria a la norma por un deliberado propósito
creativo).
Su realización conforme a la norma define,
por tanto, el concepto de lengua estándar. Dado que la norma es un modelo de
lengua establecido a lo largo de la historia por los usos y hablantes más
cultos, fijado a veces por instituciones (como la Real Academia de la Lengua) y
formulado mediante gramáticas y diccionarios, cabe decir que la lengua estándar
es una variedad explícitamente codificada.
·
VARIEDADES
GEOGRÁFICAS
Cuando las lenguas se hablan en zonas
extensas, desarrollan características propias de esa zona. Eso ocurrió con el
latín, que llegó a diferenciarse tanto de un lugar a otro que se convirtió en
otras lenguas. En España se diferenció en diversas modalidades.
La lengua española no se habla igual en todas
partes. A cada zona geográfica le pertenecen rasgos propios de la
pronunciación, morfológicos, sintácticos y léxicos. Incluso se pueden encontrar
diferencias entre áreas muy próximas
Los dialectos son la forma particular con
la que una comunidad utiliza una cierta lengua (inglés británico, inglés
estadounidense, inglés australiano, el español de España, el español de
Latinoamérica).
No se habla el mismo español en la ciudad argentina de Formosa que en la
ciudad argentina de San Juan; no se habla el mismo español en la ciudad
argentina de Formosa que en la ciudad venezolana de Caracas; no se habla el
mismo español en la ciudad paraguaya de Asunción que en la ciudad uruguaya de
Salto. Si bien existe una creencia popular según la cual los españoles son los
que mejor hablan el español, se trata de una creencia absolutamente falsa. Esta
creencia parte de la idea errónea de que el español habla "la lengua
española" y que los demás hablamos “dialectos del español". En primer
lugar, en España no se habla una única variedad del español (ni siquiera se
habla una misma lengua, sino varias). Esta situación se repite en todos los países
hispanohablantes. En segundo lugar, no existe ni una sola persona que hable la
lengua española; todos hablamos un dialecto. La lengua es solo el conjunto de
los aspectos comunes alos distintos dialectos que la componen.
Variedades Sociales
La estructura económica de una sociedad la determina
su estratificación social y cultural: el sistema productivo, la propiedad o
privación de los medios de producción, la división del trabajo, y el desigual
acceso a los bienes materiales, son el fundamento de las diferencias
ideológicas y culturales que existen entre clases y grupos de una formación
social determinada. También lo son de una buena parte de las diferencias
lingüísticas.
A pesar de que todos los individuos poseen
genéticamente la misma capacidad lingüística innata y de pensamiento abstracto
en que se basa, es su socialización la que permite que tal disposición se
convierta en realidad. Un factor esencial de esta socialización es la
instrucción, que asegura la reflexión explícita sobre el sistema lingüístico,
su manejo en toda su complejidad, y su control mediante el instrumento que es
la norma. Por eso, las diferencias de escolarización, y el desarrollo mayor o
menor del pensamiento abstracto alcanzado en relación con ella, provocan la
existencia de dos grandes variedades o "dialectos sociales", que
pueden denominarse lengua culta y lengua vulgar.
Lengua culta y lengua vulgar
La lengua culta es un tipo de lengua estándar que,
sometida a la norma y capaz de formulaciones complejas, se caracteriza por la
selección léxica y la complejidad sintáctica; permite a quien la habla
comunicarse en circunstancias muy diversas y a propósito de los temas más
variados, oralmente o por escrito. La lengua vulgar se define con relación a
ella, como carente de norma explícita y limitada a las necesidades prácticas de
la vida diaria.
Producida oral y coloquialmente, la lengua vulgar
maneja un repertorio de signos mucho más limitado que el de la lengua culta, y
se muestra incapaz para usos intelectualmente complejos (la ciencia, la
técnica, el derecho...) y socialmente especializados. Frente a un hablante
culto, que tiene la posibilidad de adaptar su lengua a la situación en que se
halla, y a sus interlocutores, un hablante vulgar se encuentra condicionado a
comunicarse exclusivamente en la variedad que posee.
Los vulgarismos
En el límite, la lengua vulgar se caracteriza por
transgresiones a la norma, e incluso al sistema lingüístico, que suelen
denominarse vulgarismos. He aquí un inventario de los más frecuentes en
castellano:
a) Fónicos:
-Cambio de vocales átonas ("ceviles",
"pinicilina").
-Reducción de diptongos ("pacencia", "ventidós").
-Conversión de hiatos en diptongos ("traime", "cuete").
-Alteración de grupos consonánticos, por simplificación ("istituto") o por ultracorrección ("acsurdo").
-Metátesis, esto es, cambio de orden de consonantes ("probe").
-Pérdida de /d/ intervocálica y a veces de /r/ y /g/ ("cansao", "pa", "deo", "aujero").
-Ceceo y seseo.
-Aglutinación de palabras ("t'a dicho", "casa'e campo").
-Reducción de diptongos ("pacencia", "ventidós").
-Conversión de hiatos en diptongos ("traime", "cuete").
-Alteración de grupos consonánticos, por simplificación ("istituto") o por ultracorrección ("acsurdo").
-Metátesis, esto es, cambio de orden de consonantes ("probe").
-Pérdida de /d/ intervocálica y a veces de /r/ y /g/ ("cansao", "pa", "deo", "aujero").
-Ceceo y seseo.
-Aglutinación de palabras ("t'a dicho", "casa'e campo").
b) Morfosintácticos:
-Cambio de género de nombres y adjetivos ("el
arradio").
-Formas analógicas de los verbos contrarias a la norma ("andé", "frego", "hicistes").
-Infinitivo por imperativo ("¡callar!").-Condicional por subjuntivo ("si querrías...").
-Leísmo, laísmo y loísmo.
-Alteración del orden de los pronombres ("me se...").
-Alteración de concordancias ("este aula") o falsas concordancias ("habían muchos guardias").
-Uso incorrecto de nexos ("pienso de que...").
-Anacoluto, esto es, cualquier tipo de inconsecuencia o ruptura sintáctica ("yo a mí me gusta...", "el chico que su madre está enferma no ha venido").
-Formas analógicas de los verbos contrarias a la norma ("andé", "frego", "hicistes").
-Infinitivo por imperativo ("¡callar!").-Condicional por subjuntivo ("si querrías...").
-Leísmo, laísmo y loísmo.
-Alteración del orden de los pronombres ("me se...").
-Alteración de concordancias ("este aula") o falsas concordancias ("habían muchos guardias").
-Uso incorrecto de nexos ("pienso de que...").
-Anacoluto, esto es, cualquier tipo de inconsecuencia o ruptura sintáctica ("yo a mí me gusta...", "el chico que su madre está enferma no ha venido").
c) Semánticos:
-Uso de palabras y expresiones con significado
diferente del que poseen en la lengua ("infringir una derrota" por
"infligir").
-Tabúes si son particularmente inadecuados a la situación.
-Extranjerismos innecesarios ("bodi", "monis").
-Léxico arcaizante, dialectal o jergal.
-Tabúes si son particularmente inadecuados a la situación.
-Extranjerismos innecesarios ("bodi", "monis").
-Léxico arcaizante, dialectal o jergal.
Jergas y argot
Ciertos grupos sociales muy diferenciados utilizan en
determinados contextos variedades lingüísticas específicas, que se denominan
jergas. Singularmente, el mundo de la delincuencia, aunque también otros grupos
más o menos homogéneos, poseen sus propias jergas. Se trata de léxicos -sus
peculiaridades gramaticales y fónicas son irrelevantes- que cumplen una doble
finalidad: críptica para el resto de la colectividad, es decir, permite la
ocultación y el secreto (algo esencial entre delincuentes, pero también
importante para cualquier grupo diferenciado), y cohesiva para los miembros del
grupo, cuya identidad queda preservada por la utilización de su lengua
diferente.
La jerga de la delincuencia se llamó en castellano
germanía. Gran parte de su léxico tiene procedencia caló (lenguaje de los
gitanos), y otras de sus zonas se han originado por deformación y
especialización de palabras comunes; la creación metafórica, muy expresiva,
resulta también esencial.
En un sentido más amplio, son jergas las lenguas
diferenciadas de grupos profesionales (marineros, militares, médicos, abogados,
etc.) o de otro tipo (miembros de una comunidad religiosa, de un partido
político, de una secta; estudiantes; drogadictos; delincuentes; aficionados al
rock, al fútbol, al boxeo, a los toros, etc).
El léxico procedente de todas estas jergas, utilizado
por hablantes de muy diversa condición en el habla coloquial, con una finalidad
expresiva o humorística, y particularmente viva en las grandes ciudades, forma
lo que suele llamarse jerga común o argot.
De modo que el argot reúne, en una especie de fondo
común, voces jergales de muy variada procedencia. Se trata de préstamos no
normalizados por la lengua estándar ("beibi", "grupi",
"bisnis"); abreviaciones de palabras ("anfeta",
"micro") o deformaciones en busca de una acusada expresividad
("lili", "pajarraca", "tontolaba"), y términos
que han sufrido un cambio de significado por procedimientos metafóricos
("chota", "leño", "canuto", "tubo") o
metonímicos ("vidrio", "berzas", "biblia",
"marrón"). También resulta característica toda una fraseología, más o
menos fija, rica en comparaciones e hipérboles ("ser más feo que pegarle a
un padre", "asarse las moscas", "para ti la perra
gorda"...).
La expresión de la afectividad resulta esencial en el
argot: la agresividad y el humor (muchas veces juntos: en eso consiste el
sarcasmo) determinan que los tabúes y los disfemismos sean en él absolutamente
centrales. Así, el sexo, las funciones fisiológicas, los defectos físicos y
morales, las creencias y valores dominantes -crudamente asumidos o rechazados-,
se constituyen en núcleos de significado de esta variedad lingüística.
Fundamentalmente orales, las jergas y el argot son muy
cambiantes: el propósito de transgresión de la lengua común comporta, en mayor
o menor medida, un radicalismo y un deseo de novedad que distingue a sus
hablantes de los hablantes comunes. El paso de términos jergales al estándar,
por otra parte, es significativo del interés que ciertas realidades
"marginales" suscitan en el colectivo social.
Cronolectos
Con el mismo criterio de la estratificación social, se
ha considerado la existencia de otras variedades en el seno de una lengua: el
sexo, la edad, el hábitat y la profesión, entre otros, han determinado y, en
cierta medida, siguen determinando diferencias más o menos importantes dentro
del castellano.
Obviamente, cuando se dice que el sexo da lugar a
maneras distintas de hablar (la de los hombres y la de las mujeres), lo que se
quiere indicar es que tales diferencias proceden no de desigualdades
biológicas, sino sociales. No es el hecho de ser hombre o mujer lo que hace a
un hablante expresarse de una u otra manera, sino las condiciones de vida
materiales y morales (instrucción, ocupación, valores, prejuicios...), que en
las sociedades tradicionales han sido muy distintas para los hombres y para las
mujeres. Así, en general, el habla de las mujeres ha sido más conservadora, y
más innovadora la de los hombres. En una sociedad moderna, tales diferencias
tienden a desaparecer.
El hábitat rural o urbano ha originado también
variedades significativas. Tradicionalmente, el ámbito rural ha dado lugar a
formas de hablar muy homogéneas (pero también muy locales, muy diferenciadas de
las de aldeas o pueblos vecinos) y con fuerte resistencia al cambio o a la
novedad. Por el contrario, el habla de las ciudades tiende a diversificarse,
pues la complejidad social y cultural es en ellas mayor, y acepta con más
rapidez los cambios. Además, en la ciudad es donde se encuentran los núcleos
del poder y el saber, y es en éstos donde se produce la norma que se impone
sobre el conjunto de los hablantes. Su extensión, por medio de la
escolarización y los medios de comunicación de masas, hace que en las
sociedades modernas las variedades rurales se reduzcan notablemente.
También entre generaciones y grupos de edad la lengua
se diversifica: el habla de los ancianos tiende a ser más conservadora, como
atenta a criterios de corrección más tradicionales y firmes, mientras el habla
de los jóvenes se manifiesta más inestable y cambiante.
Finalmente, las diversas profesiones y ocupaciones dan
lugar a ciertas diferencias lingüísticas que son, a la vez, fruto de la estratificación social (pues
existe una obvia correlación entre clase social y profesión) y de los usos que
el oficio u ocupación imponen a los hablantes con independencia de su origen
social. Suele hablarse de lenguas profesionales para mencionar las
peculiaridades, una vez más esencialmente léxicas, de agricultores y
comerciantes, carpinteros y albañiles, abogados y médicos, etc.
Lengua
oral y lengua escrita
El medio por el que se transmiten los mensajes y, por
tanto, el carácter sonoro o gráfico del significante, permite distinguir dos
grandes variedades de una lengua: la oral y la escrita.
La lengua oral es primaria: todos los seres humanos y
todas las sociedades la poseen; la escrita, secundaria: históricamente tardía,
ni todas las comunidades la han poseído ni todos los hablantes la dominan.
Por lo general, la lengua oral se emplea ante
interlocutores presentes y en una situación que el hablante y el oyente
comparten; eso hace que sea más implícita y más imprecisa; su vaguedad es
fácilmente contrarrestada por la situación. Su sintaxis suele ser más
psicológica que lógica, según la importancia que el hablante va dando a lo que
dice. Lo contrario suele ocurrir en la lengua escrita: interlocutor ausente;
situación no compartida o, al menos, no inmediata; contenidos más explícitos;
sintaxis más lógica.
Por tanto, no puede considerarse que la lengua escrita
traduzca simplemente la hablada.
Forzosamente, por ser una abstracción de la dimensión
fónica del lenguaje y de su empleo en una situación comunicativa concreta, la
lengua escrita tiene limitaciones y posibilidades que no tiene la hablada.
Limitaciones: la lengua escrita no puede reproducir
exactamente la riqueza fónica de aquélla (pausas, énfasis, entonación, etc.) ni
la concreta situación en que se produce (gestos, movimientos, relaciones entre
interlocutores, etc.).
Posibilidades: la lengua escrita fija los mensajes, ha
permitido su permanencia en el tiempo y su difusión en el espacio (la
conservación de la lengua oral data sólo de fines del siglo XIX, con la
invención del gramófono y del magnetófono).
La lengua oral es, particularmente, la lengua de la conversación
y el diálogo. La lengua escrita, la de los registros más cultos (el
científico-técnico, el literario, el jurídico). Ésta cumple una función de
prestigio; está más sujeta a la norma, que contribuye decisivamente a
transmitir, y es más conservadora. La lengua oral, por el contrario, más
despreocupada de criterios normativos, es más innovadora y cambiante.
En este sentido, la lengua escrita tiende a intentar
conseguir la inmovilidad de la lengua hablada, su fijación, mediante el
objetivo del aprendizaje a nivel escolar de las normas y reglas lingüistas. Ese
objetivo ha estado condicionado a lo largo de la historia por diferentes
factores políticos, sociales, religiosos, etc. Como ejemplo, el
galaico-portugués fue una lengua culta en la que llegó a escribir sus poemas
Alfonso X, el Sabio, pero no se logró su fijación por motivos políticos. Sin
embargo, por los mismos motivos, tras la unificación de los reinos españoles
fue el castellano el que consiguió su expansión, terminando por fijarse
definitivamente y convertirse en la lengua culta y de referencia, tanto oral
como escrita.
Lengua coloquial y lengua no
coloquial
En primer lugar, dos grandes tipos de situaciones
determinan los registros que pueden llamarse coloquial y no coloquial. Los
hablantes pueden hallarse en un contexto inmediato y compartido, en un clima de
espontaneidad y confianza, o bien pueden encontrarse en situaciones más
formales y abstractas, sin que tal familiaridad se presuponga. Se habla en un
caso de lengua coloquial (la de la casa, la familia y la calle) y en otro de
lengua no coloquial (la de la enseñanza, la de las relaciones públicas, la de
los medios de comunicación de masas).
Lengua coloquial y lengua vulgar no se identifican: la
transgresión de la norma o del sistema lingüístico que caracteriza a la última,
no se da necesariamente en la primera. La lengua vulgar suele producirse
coloquialmente, pero no toda lengua coloquial es vulgar; en ella hay distintos
niveles que dependen en principio de la situación y suponen una opción, no una
determinación, para los hablantes. Y la posibilidad de optar por un uso
coloquial o no coloquial es ya, de por sí, prerrogativa del hablante culto.
Principales características de la
lengua coloquial
La situación extralingüística resulta determinante en
la lengua coloquial: permite eliminar elementos superfluos, por evidentes o
sobreentendidos, y suple eventuales imprecisiones; al tiempo, es redundante en
aquellos aspectos que el hablante considera fundamentales en la comunicación;
lo expresivo y lo conativo predominan en ella sobre lo referencial. Se trata,
en fin, de una variedad eminentemente oral, aunque puede no serlo (una carta
familiar, por ejemplo).
Estos rasgos generales conforman una lengua con las
siguientes características, entre otras:
a) Plano fónico:
-Cierta relajación en la realización de algunos
fonemas; tendencia a vulgarismos fónicos.
-Abreviación de palabras ("tele", "foto").
-Abundancia de entonación no enunciativa (interrogaciones, frases exclamativas).-Abundancia de interjecciones.
-Abreviación de palabras ("tele", "foto").
-Abundancia de entonación no enunciativa (interrogaciones, frases exclamativas).-Abundancia de interjecciones.
El
lenguaje científico y técnico
La ciencia se define como
el conocimiento, por medio de la razón, de la realidad, trátese de una realidad
física (la naturaleza) o social (cultural). La clasificación de las ciencias y
su relación con otros saberes, como la filosofía, es un problema arduo; pero la
aspiración al conocimiento que les es propio implica un modo de significar y de
comunicar característico.
Frente a las lenguas
naturales, que estructuran la realidad y en las que el valor de los signos
viene dado por una relación arbitraria entre unos y otros, el lenguaje
científico se propone reproducir, con el propósito de describirla y explicarla,
una realidad previamente estructurada, en la que existen unos límites fijos, o
en la que tales límites se han trazado mediante un sistema conceptual previo:
el modelo científico. Dicho modelo o paradigma construye una terminología o
nomenclatura, que posee unos términos cuyo valor se define expresamente.
Dichos términos se
denominan tecnicismos: palabras de un solo y preciso significado, por lo común
traducibles de una lengua natural a otra mediante simple adaptación de
significantes. El lenguaje científico tiende a la universalidad (es
interidiomático), en la misma medida en que tiende a la designación objetiva de
la realidad; es un discurso declarativo, referencial, del que se hallan
ausentes tanto lo expresivo como lo apelativo; emisor(es) y receptor(es) no
importan en cuanto individuos privados, sino en cuanto miembros de la comunidad
científica y del todo social cuya necesidad de saber universal representan.
Los tecnicismos de una
ciencia se crean por los procedimientos habituales de las lenguas naturales:
derivación, composición, acronimia, especialización del léxico común y
préstamos de otras lenguas. Constituyen su léxico y determinan su
especificidad. Gramaticalmente, el lenguaje científico recurre a las reglas de
la lengua natural en que necesariamente se expresa, si bien determinadas
ciencias, como las matemáticas y la lógica formal, tienden a constituirse en
sistemas artificiales no estrictamente lingüísticos.
1-
En un mapamundi físico político marca con color los lugares donde
se habla castellano.
2-
Realiza una síntesis con las variedades lingüísticas vistas
3-
Escribe
dos ejemplos de cada una de estas variedades de la lengua:
• Variedades geográficas:
• Variedades sociales:
Explica los tipos de variedades sociales que conoces.
4- Indica
qué errores hay en estas oraciones. Después explica si son vulgarismos fónicos,
morfológicos,
sintácticos o léxicos:
• *Hubieron muchos niños en la fiesta de cumpleaños:
• *Es bueno beber mucho agua:
• *Empezó a destornillarse de risa:
• *Me se ha perdido el carné de identidad:
• *Tengo abujetas de jugar al tenis:
• *Juan nos contó que tradució un libro en su juventud:
5- Escribe
5 ejemplos de dialectos argentinos
6- Escribe
5 ejemplos de jerga adolescente
7- Lee
la siguiente letra del tango “¿Qué querés con ese loro? Y luego responde las
consignas.
¿Qué querés con ese loro?
(Letra:
M. Romero y E. Delfino)
Me dejaste sin decirme hasta la vista,
como un cobarde desgraciao sin corazón,
la otra noche fuiste a ver una revista,
y no volviste al terminarse la función.
Me han contao que te engrupió una
bataclana,
con las ojeras bien pintadas de azulao,
la que inunda un trajecito con bananas,
y una tirita sujetando el estofao.
Y me has dejao - ¡che, desgraciao!- por
ese escuálido loro.
Te has agenciao un bacalao, con un
perfil de yobaca,
Ya te has armao, tené cuidao, y
escabuyí, tu tesoro.
Con esa fiera, huesuda y fulera, ¡la ve
la perrera... y adiós!
Según dicen las personas de buen gusto,
ese esperpento que tu amor me ha
disputado
es un bagre que a cualquiera le da un
susto,
si se lo encuentra por la noche
descuidao.
Y aseguran los que han visto a tu
adorada
hincarle el diente cuando está en el
Tropezón,
que es mejor que comprarle una morfada,
comprarle un auto y un tapado de visón.
Y me has dejao - ¡che, desgraciao!- por
ese escuálido loro.
Te has agenciao un bacalao, con un
perfil de yobaca,
Ya te has armao, tené cuidao, y
escabuyí, tu tesoro.
Con esa fiera, torranta y fulera, la ve
la perrera y, otario…,
¡decile adiós!
a) En
este texto puedes analizar tres variantes lingüísticas, ¿Cuáles son?
b) La
historia que se describe en este tango la cuenta una mujer, ¿quién puede ser
esta mujer?
c) ¿A quién le cuenta esta historia?
d) ¿Son los celos los que provocan la situación?
¿Cuál es entonces la situación que se describe?
e) ¿Qué términos utiliza la mujer para describir
a su ex novio y a la
nueva novia del ex novio?
ü Propuesta de trabajo: En Grupos, se
reunirán y seleccionarán por lo menos tres textos orales en donde puedan aplicar y
reconocer las variedades lingüísticas vistas en clase.
Puedes consultar el siguiente enlace: http://youtu.be/2wB_idjiW6Y
Grabación y edición de sonidos. Audacity
Identificar y utilizar correctamente las herramientas
básicas de Audacity.
Grabar diferentes registros con Audacity.
Elaborar un montaje de pistas en Audacity.
Editar las pistas en Audacity.
Aplicar efectos al montaje realizado y ampliarlo importando
archivos de audio.
Audacity hace posible no sólo grabar y reproducir sonidos,
sino también importar y exportar archivos en distintos formatos
(WAV, AIFF, MP3, etc.). La descarga de este programa se
realiza directa y gratuitamente desde la página Source Forge.
Con el programa Audacity, podremos realizar, entre otras,
las siguientes acciones:
Grabar sonidos en directo.
Convertir cintas y grabaciones analógicas en sonido digital
con soporte CD.
Editar archivos de audio en formato MP3.
Cortar, pegar, enlazar y mezclar sonidos.
Cambiar propiedades de una grabación (velocidad, tono,
volumen, etc.).
Vídeo que muestra cómo instalar Audacity.
Efectos de sonido con Audacity:
Cambiar el tempo de la grabación sin que afecte al tono.
Y viceversa, es decir, cambiar el tono sin que altere el
tempo.
Eliminar toda clase de ruidos e interferencias.
Ecualizar las frecuencias.
Aplicar filtros y amplificar graves o agudos.
Ajustar el volumen.
Ajustar y amplificar los efectos aplicados.
Utilizar otros efectos incluidos como eco, fade, wahwah,
inversión, etc.
Herramientas básicas y áreas de trabajo de Audacity
Ventajas de Audacity
Para la interpretación:
Permite grabar a través del micrófono para ayudar a detectar
y corregir fallos o defectos y hacer un seguimiento de su evolución.
Puede realizarse una recopilación de las mejores
interpretaciones grabadas.
Permite capturar el sonido de archivos MIDI para poder
utilizarlo en la elaboración de un CD de audio o en un montaje.
Se pueden realizar montajes de varias pistas que ayuden al
análisis de las intervenciones en una obra de teatro, por ejemplo.
Vídeo Tutorial de Audacity -
Las herramientas que vas a utilizar en esta propuesta son
las necesarias para realizar grabaciones sencillas.
Herramientas de medición. Para comprobar si el programa
recibe en condiciones óptimas la señal de audio, verifica el volumen de salida (altavoces) y de entrada (micrófono).
Herramientas de mezcla. Una vez medidas las señales de
entrada y salida, puedes aumentar o disminuir el volumen.
Herramientas de edición:para cortar, copiar, pegar y
silenciar segmentos de la pista de audio; para deshacer
Actividad 1
Preparación de una grabación en Audacity
- Control envolvente. Te permite cambiar de forma gráfica el
volumen de la pista.
- Dibujo. Puedes modificar un punto cualquiera de la pista.
- Zoom. Acerca o aleja de forma dinámica la visualización de
las pistas.
- Desplazamiento. Adelanta o atrasa un segmento de la pista
dentro de su marco temporal.
- Multiherramienta. Es posible acceder a cualquiera de los
controles anteriores según la
posición que ocupe el cursor.
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